5 Junio 2019.
Son las 4 de la madrugada y la censación de ahogo no cesa. Intento dormir pero siento perder el ritmo de la respiración al tiempo que sube por la garganta una tos seca y por la nariz fluye una mocosidad espesa. Desde las 11 de la noche eh intentado leer a Faulkner y Vallejo sin éxito. El celular me devuelve una luz agresiva que se torna en dolor.
De repente, el cuerpo cansado se rinde al sueño. Viajo hacia la nada. Soy nadie. El suelo ha abrazo el milagro, después de 4 horas, de sentirme ligeramente mejor.
Creo que la muerte llega así, tan discreta.
Qué te toma de la mano Galindo pierdes nación de todo.
-Carlos Paz

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