En medio de campos verdes y bajo el sol radiante, millones de campesinos en todo el mundo conmemoran hoy el Día Internacional de la Lucha Campesina, un momento que trasciende las fronteras nacionales para celebrar la vitalidad y la resistencia de aquellos que trabajan la tierra. Desde América Latina hasta África, Asia y más allá, esta jornada sirve como un recordatorio de los desafíos que enfrentan los agricultores y la importancia de sus contribuciones para alimentar al mundo.
Este día, marcado por manifestaciones, marchas y discusiones sobre políticas agrícolas, tiene sus raíces en la lucha histórica de los campesinos por la justicia social, la equidad y el reconocimiento de sus derechos. En un mundo donde la industrialización y la globalización han transformado los paisajes rurales, los campesinos continúan enfrentándose a una serie de desafíos, desde la pérdida de tierras y recursos hasta la explotación laboral y la marginación política.
En América Latina, la lucha campesina es especialmente relevante, con movimientos como el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Brasil o el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en México, que han ganado notoriedad internacional por su resistencia contra la injusticia y la defensa de los derechos de los campesinos y pueblos indígenas. En África, donde la agricultura es la principal fuente de subsistencia para millones, los campesinos luchan contra la pobreza, la inseguridad alimentaria y el cambio climático, desafiando adversidades con ingenio y determinación.
En Asia, la situación no es diferente, con movimientos campesinos en países como India luchando contra la privatización de tierras y los monocultivos en favor de un modelo agrícola más sostenible y centrado en las comunidades. En Europa y Norteamérica, los campesinos también enfrentan presiones económicas y ambientales, luchando por mantener viva una forma de vida que está siendo amenazada por la agricultura industrial y la urbanización.
El tema de este año para el Día Internacional de la Lucha Campesina es “Soberanía Alimentaria para el Pueblo”, destacando la importancia de que las comunidades tengan control sobre sus propios sistemas alimentarios, desde la producción hasta la distribución. Esto implica no solo el acceso a la tierra y los recursos, sino también la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la protección de la biodiversidad.
En un mundo donde el hambre y la desnutrición siguen siendo problemas persistentes, la voz de los campesinos es más importante que nunca