Nueva York, 23 de enero de 1849.
En un hito sin precedentes para la historia de la medicina y los derechos de las mujeres, Elizabeth Blackwell se convirtió en la primera mujer en obtener un título de médico en los Estados Unidos. Este logro histórico tuvo lugar en el Geneva Medical College, ubicado en Nueva York, y marcó el inicio de un cambio en la percepción de las mujeres en la profesión médica.
Blackwell, nacida en Inglaterra en 1821 y criada en una familia progresista, se enfrentó a innumerables obstáculos durante su educación. Desde el inicio de su carrera, la idea de que una mujer pudiera ejercer la medicina era vista con escepticismo e incluso rechazo. En 1847, cuando solicitó su ingreso a múltiples escuelas de medicina, fue rechazada por todas menos una: el Geneva Medical College. Incluso allí, su aceptación fue tratada como una broma, pero Elizabeth aprovechó la oportunidad con determinación y excelencia académica.
Durante sus estudios, enfrentó discriminación constante tanto de compañeros como de profesores. Sin embargo, su dedicación la llevó a graduarse con honores, siendo reconocida por su sobresaliente tesis médica sobre la fiebre tifoidea.
“Sabía que mi labor no sería fácil, pero tenía un objetivo claro: abrir el camino para que más mujeres puedan ser parte de la medicina”, expresó Blackwell tras recibir su diploma.
Tras su graduación, Elizabeth Blackwell continuó su carrera en Europa, donde enfrentó desafíos similares, pero logró abrir su propia clínica en Nueva York en 1857. Allí fundó el New York Infirmary for Women and Children, una institución que ofrecía atención médica a los más necesitados y capacitación para mujeres en medicina.
Hoy, Blackwell es recordada no solo como pionera en la medicina, sino también como una defensora incansable de los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Su legado inspira a generaciones de médicas y profesionales de la salud en todo el mundo.
“El camino fue arduo, pero necesario para demostrar que las mujeres tienen tanto derecho como los hombres a contribuir al bienestar de la humanidad”, afirmó Blackwell en una de sus memorias.